Espino
En nuestro diario vivir existen momentos en los que nos esfumamos de la realidad. Es ese estado de “semisueño” en el que podemos reflexionar extensamente sobre el pasado, recordar intensas escenas infantiles, vivenciar un hecho ya experimentado, tararear la canción preferida… es el instante en que las imágenes muy personales se encadenan de forma interminable.
Si después de ello quisiéramos enumerar todo lo que hemos recordado (y vivido en el recuerdo) necesitariamos horas y horas, cuando apenas nos habiamos llevado unos cuantos minutos al pensarlo.
Es en el “semisueño” donde nos vivimos cientos de años… y si encontráramos la manera, podriamos vivir mil veces más de lo que estamos viviendo hoy por culpa de los relojes…
Si después de ello quisiéramos enumerar todo lo que hemos recordado (y vivido en el recuerdo) necesitariamos horas y horas, cuando apenas nos habiamos llevado unos cuantos minutos al pensarlo.
Es en el “semisueño” donde nos vivimos cientos de años… y si encontráramos la manera, podriamos vivir mil veces más de lo que estamos viviendo hoy por culpa de los relojes…
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